El mural de Miguel Asa se fragmenta en diversos estilos que permiten adherirse a diferentes proyectos. Así en casas particulares, restaurantes, hostales, escuelas, oficinas y en una gran variedad de locales que han sido parte del recorrido de su trabajo, en ocasiones con pintura acrílica, otras con vinílica y también con aerosol. La diversidad es justa.
Durante un viaje en bicicleta por las costas del Pacífico mexicano entre 2015 y 2016, desde Guadalajara, Jalisco, hasta Tijuana, Baja California, la mano de Miguel Asa surgió en diferentes muros que se vistieron de color en distintas escuelas como parte de su experiencia cicloviajera, acción que permitió colaborar con un buen número de estudiantes y de personas en distintas localidades, en su mayoría en Baja California Sur.
Después de eso, y al regreso a su ciudad natal, su obra se expandió por diversas partes de México y de Cuba. Al día de hoy ha realizado más de cien murales de dimensiones medianas y algunos de gran formato.
Desde marzo de 2019, en el barrio de Santa Tere, en Guadalajara, México, Miguel Asa intervino la calle que lleva el nombre del artista jalisciense, José Clemente Orozco. Un año después, generó Paseo Mural Orozco desde Proyecto Ululayu como parte de Sucede, Festival cultural de Guadajara, en su edición de 2020. Un equipo de tres asistentes y Miguel Asa, continuaron con diez murales más para completar al día de hoy 18 murales en todo el corredor, todos como homenaje a la vida y obra del artista. Desde el principio de este proyecto, el restaurante Kamilos 333, siempre ha estado presente como patrocinador principal. En esta etapa segunda, se unió la marca de pinturas Comex, sucursal Juan Manuel, del mismo barrio, y de igual manera, la dirección de Cultura del Gobierno de Guadalajara. A todos los vecinos, por su apoyo, gracias.
Para tener un seguimiento de su trabajo, el artista ha creado este mapa que está en actualización. En él ha registrado su trabajo de mural desde 2015 hasta 2020 y pretende mostrar cada uno de los puntos en los que ha intervenido, una fotografía como mínima evidencia de lo que ha surgido en su quehacer en distintas poblaciones de México y Cuba. Esto es una acción que ha representado una tarea lenta y minuciosa, con el fin de brindar a su espectador la experiencia geográfica de su movimiento mural.